El proceso es sencillo: se limpia bien el recipiente de cristal; se humedece bien el algodón y se introduce en el mismo el garbanzo aunque sin quedar del todo “encerrado” pues necesitamos que quede visible; se introduce el algodón con cualquiera de las legumbres que trajimos en el recipiente y se deja reposar unos días, junto a una ventana del cole. Al cabo de muy pocos días veremos cómo del garbanzo, lenteja, ... empieza a salir un tallo que sube, así como unas pequeñas raíces. Ya tenemos la planta.
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